
Aquel hombre no tardó en encontrarse en un aprieto. Así que abrió la primera carta y vió que decía "Écheme toda la culpa a mí". Todo se solucionó, pero al cabo del tiempo volvió a encontrarse en otro aprieto. Entonces abrió la segunda carta y leyó "Siéntese y escriba dos cartas".
(Traffic, 2000)
(Traffic, 2000)
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