domingo, 26 de octubre de 2008

Diario de una jefa

Hoy he despedido a mi becario.
¿Que por qué he despedido hoy a mi becario?
Veréis: Era mi 37 cumpleaños y mi humor no estaba muy bien que digamos. Aquella mañana, al despertarme, me dirigí a la cocina para tomar una taza de café esperando que mi marido me dijese: "Feliz cumpleaños, cariño". Pero él no me dio ni los buenos días. Y me dije a mi misma: ¿Es éste el hombre que yo me merezco?
Continué imaginando: "Los niños seguro que se acordarán". Cuando llegaron a desayunar, no dijeron ni una palabra.
Así que salí de casa bastante desanimada, pero me sentí un poco mejor cuando entré en mi oficina y mi becario me dijo: "Buenos días Sra. Pérez, ¡Feliz cumpleaños!". Finalmente, ¡alguien se había acordado!.
Trabajamos hasta el medio día.
Entonces mi becario entró en mi despacho y me dijo: "¿Sabe Sra. Pérez... ?hace un día precioso y ya que es su cumpleaños... podríamos comer juntos, solos usted y yo".
Obviamente, acepté.
Fuimos a un lugar bastante romántico.
Nos divertimos mucho y ya regresando, él propuso:
"Con este día tan bonito, creo que no deberíamos volver a la oficina. Vamos hasta mi apartamento y allí podemos tomar una copa".
Fuimos entonces para su apartamento, y ya allí, mientras yo saboreaba un Martini, él dijo:
"Si no le importa, voy un momento a mi cuarto a ponerme una ropa un poco más cómoda".
“Está bien, como quieras”, respondí.
Pasados cinco minutos más o menos, él salió del cuarto con una tarta enorme... seguido por mi marido, mis hijos, mis amigos y todo el personal de la oficina. Todos cantando, "¡Cumpleaños Feliz...!".
Y allí estaba yo, desnuda, sin sostén, ni bragas, tumbada en el sofá del salón!
Ya lo dice el dicho: ¡¡No somos nadie!!

No hay comentarios: